HALLAZGOS ARQUEOLÓGICOS

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HISTORIA Y ARQUEOLOGIA.


La contribución de la arqueología al entendimiento de la Biblia es considerable. No se exagera al decir que el entendimiento de la Biblia se ha revolucionado por los descubrimientos de la moderna arqueología. Hoy es posible estudiar la historia y cultura bíblicas en base al trasfondo contemporáneo de una manera que no era posible antes de la era moderna del descubrimiento arqueológico. La siguiente discusión tiene la intención de indicar algunas de las áreas principales en las cuales la arqueología ha contribuido al entendimiento tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento. En primer lugar, el descubrimiento arqueológico ha llenado, con considerables detalles, el trasfondo total no solo para la vida de Palestina en los tiempos bíblicos sino también la vida en Egipto, Siria, Asiria, Babilonia, Persia, Grecia y Roma. Numerosas alusiones a costumbres locales son ahora entendidas claramente. Así, las narraciones acerca de los patriarcas y de José ahora se sabe que contienen una variedad considerable de referencias a prácticas que eran corrientes en Mesopotamia y Egipto durante el segundo milenio a.C. Asuntos tales como la ley, costumbres sociales, prácticas religiosas e ideas teológicas se han conservado en documentos que han venido a luz en docenas de sitios antiguos por todo el Cercano Oriente.

A manera de ilustración se puede hacer referencia a las costumbres que eran corrientes en Nuzi, al norte de Mesopotamia, durante el segundo milenio a.C. con relación a la herencia. Un hombre que no tenía hijos podía adoptar a uno de sus esclavos como heredero. Podía, sin embargo, adoptar un familiar o tomar una esposa extra con la esperanza de que naciera un hijo de tal unión. Si un hijo legítimo nacía después, este hijo llegaba a ser el verdadero heredero, aunque los otros individuos recibirían alguna parte de la herencia. Los relatos patriarcales de Abraham y Eliezer (Génesis 15:2-4), Labán y Jacob (Génesis 29:29-31), Abraham y Agar (Génesis 16:1-5) y Abraham e Isaac (Génesis 21:1-12) toman un nuevo significado con este trasfondo, el cual, por supuesto, era el trasfondo que Abraham conocía muy bien. En el campo puramente histórico, importantes eventos internacionales, a los cuales la Biblia hace referencia, son descritos en documentos extrabíblicos que se han descubierto en el curso del trabajo arqueológico. Por ejemplo, la invasión de Sisak (1 Reyes 14:25-26) ocurrida cerca del año 918 a.C., el asalto a Samaria en 722-1 a.C. (2 Reyes 17:5-6) y la captura de Jerusalén en 587 a.C. (2 Reyes 24) están bien confirmados en los registros no bíblicos y están descritos desde otro punto de vista.

A veces, documentos extrabíblicos mencionan eventos históricos importantes que no están mencionados en la Biblia. Así, el rey Acab participó en una gran batalla contra los asirios junto con otros 11 reyes en Karkar en 853 a.C.; Jehú, rey de Israel, se convirtió en vasallo de Salmanasar III de Asiria en el 842 a.C.; Omri, rey de Israel, conquistó a Moab durante los años 876-869 a.C. Algunas veces el significado exacto de un evento bíblico solo se aclara cuando otros documentos históricos llegan a estar disponibles. Ahora está claro que el faraón Necao estaba en camino para ayudar a los asirios en lugar de oponérseles (2 Reyes 23:29) ya que la preposición hebrea en este versículo, ‘al, debe traducirse "junto con" en lugar de "contra". Una de las contribuciones más importantes de la arqueología para el entendimiento de la Biblia está en el descubrimiento de textos en varios idiomas del antiguo Cercano Oriente tales como el heteo, cananeo, arábigo del sur, acadio, ugarítico, horeo, sumerio, egipcio, etcétera, todos los cuales brindan material comparativo para el estudio del texto del Antiguo Testamento. Ahora es posible contar con traducciones más exactas de una variedad de palabras y frases hebreas. Es evidente que la contribución de la arqueología a los estudios bíblicos es considerable. El volumen de la evidencia que ha llegado a estar disponible ha conducido a una nueva consideración del valor histórico de los registros bíblicos. Naturalmente, no se dispone de apoyo arqueológico para cada evento bíblico. Sin embargo, se puede en verdad decir que la arqueología ha corroborado la historicidad substancial de los registros bíblicos desde la época de los patriarcas, hasta la época apostólica. En las próximas ediciones de nuestro tema HISTORIA Y ARQUEOLOGÍA presentaremos hallazgos arqueológicos muy interesantes
que confirman la veracidad y exactitud de la Palabra de Dios.

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